Color Dreams

Si bien la mayoría de las compañías que desarrollaron videojuegos para la NES obtuvieron una licencia oficial de Nintendo para producir cartuchos, Color Dreams fue inusual en el sentido de que desarrolló videojuegos para este soporte sin una licencia oficial. Para producir estos juegos sin licencia, Color Dreams pasó por alto el chip de 'bloqueo' de NES (el 10NES). La compañía desarrolló un primer videojuego llamado Baby Boomer y lo lanzó en 1989, seguido por Captain Comic, Crystal Mines y Robodemons.

Como resultado de la reputación cosechada al lanzar videojuegos de mala calidad, Color Dreams formó la marca Bunch Games en 1990. Bunch Games se suponía que sería otro nombre que Color Dreams podría usar para lanzar juegos de menor calidad para que su reputación no se dañara aún más. En 1991, Color Dreams formó Wisdom Tree con el propósito de lanzar juegos con temática cristiana. La etiqueta de Wisdom Tree dio como resultado los títulos más vendidos de Color Dreams, como puede ser Spiritual Warfare y Bible Adventures; Wisdom Tree también se destaca por crear el único juego sin licencia de Super Nintendo Entertainment System lanzado en América del Norte, Super 3D Noah's Ark. Mientras que Wisdom Tree sigue activo hoy en día vendiendo videojuegos religiosos, Color Dreams abandonó el negocio de los videojuegos pocos años despúes de su creación. A día de hoy Wisdom Tree ya no está asociado con Color Dreams, después de que estos fueran comprados por la ex representante de ventas Brenda Huff.

Existe un videojuego inédito de Color Dreams basado en la película Hellraiser. El cartucho del juego ('Super Cartridge' como lo llamaban en ese momento), contenía un procesador adicional que conectaba directamente con la memoria RAM sin pasar por el procesador de la NES. Esto permitió efectos gráficos mejorados que rara vez se ven en el NES, como por ejemplo fondos completamente animado ejecutandose sin problemas técnicos. El procesador adicional también realizaba intercambio de paletas en tiempo real para dar la ilusión de colores adicionales. Debido a las demoras en la producción, los problemas de desarrollo, la falta de un mercado para juegos sin licencia basados ​​en películas de terror y la cantidad exorbitante de dinero que se necesitó para fabricar cada 'Super Cartridge', el proyecto finalmente se abandonó.