Arch-Rivals
Arch-Rivals
Arch Rivals fue una popular recreativa de finales de los 80 que nos proponía jugar un partido de baloncesto desde un punto de vista "algo" diferente. Por supuesto, el objetivo del juego era marcar todos los puntos posibles encestando la pelota en la canasta rival, y para ello podías intentar hacer un triple desde la otra punta del terreno de juego, o arrearle unos puñetazos al rival para quitarle la pelota. Es considerado como el antecesor de NBA Jam, y como (casi) todo buen arcade de éxito, su traslado a consola no se hizo esperar, y en 1989 la versión Nes vió la luz.
Los gráficos de Arch Rivals no son una maravilla ni mucho menos, pero hay que reconocer el buen trabajo que hicieron los programadores de Acclaim al conseguir reproducir bastante dignamente en una consola de 8-bits los gráficos de la recreativa original sin demasiadas pérdidas. La pantalla de presentación, en la que aparecen las caras de dos jugadores enfrentadas por un balón está reproducida fielmente. Dado el estilo de juego, los gráficos desprenden humor por todas partes, aunque sin llegar al nivel de, por ejemplo, el Ice Hockey o el Nintendo World Cup. Probablemente el punto más destacado de los gráficos es que cada uno de los 8 jugadores disponibles tiene un rostro totalmente diferenciado de los otros y es reconocible cuando estás jugando.
Los jugadores se mueven fluídamente en todo momento, aunque no les hubieran venido mal un par de animaciones más. Las ralentizaciones son inexistentes, aunque sí que hay algún que otro parpadeo. Despues de cada canasta hay una escena de 2 o 3 segundos que muestra al entrenador, al árbitro o a las animadoras, y aunque es una putada tener que verlas cada vez que alguien marca, están bien realizadas. Lo peor sin duda es el fondo. En el vemos una grada con dos filas de asientos y un grupo de fans que parecen sacados de alguna institución mental sobre un fondo negro, como si el partido se jugara en pleno espacio. Hay bastante buenos detalles, como el árbitro recorriéndose el campo arriba y abajo o a los dos entrenadores, pero en general los gráficos son bastante vacíos y desangelados.
El aspecto sonoro de este juego está por los suelos. Hay una música para animar los partidos y que es bastante buena, pero cada vez que alguien marca empieza de nuevo, por lo que siempre estarás oyendo el principio de la música una y otra vez. Tampoco es que importe mucho, porque estarás concentrado en el partido. La otra música que podrás oir es el órgano que tocará durante las escenas, lo que tampoco es gran cosa. Los efectos de sonido son, en una palabra, patéticos. Está el pitido del árbitro, que suena como si se estuviera ahogando, los golpes que reciben los jugadores (sin duda, el mejor), el sonido de la red al encanastar (tambien bastante logrado) y el sonido al finalizar cada cuarto QUE TE PONDRÁ DE LOS NERVIOS!! Como puedes ver, lo mejor es que bajes el volumen al tope antes de que te exploten los tímpanos...
Como en muchos otros juegos de NES, en Arch Rivals no deberás hacerte ningún esguince de dedo aprendiendo a jugar. Todas las jugadas son sencillas de realizar y no cuestan ningun esfuerzo. Si la pelota está en tu poder, un botón lanzará a canasta y la otra se la pasará a tu compañero. Si es el el que tiene la pelota, le puedes decir lo que tiene que hacer usando los respectivos botones. Si tu no tienes la pelota, un botón pega puñetazos, el otro salta para bloquear la pelota si está a punto de entrar en la canasta, y si dejas pulsado uno y luego el otro te lanzas en plancha sobre el rival para bajarle los pantalones. Si, has leido bien, bajarle los pantalones. Como ya he dicho, todas las jugadas son fáciles de hacer (excepto la de tirarse en plancha), aunque quizá necesites algunos minutos para acostumbrarte a como se mueven los jugadores y como responden los botones del mando. Además, antes de empezar cada partido tienes la opción de que la consolas te enseñe todas las jugadas y como se manejan los controles, aparte de explicarte un par de reglas.
Solo viendo la pantalla de presentación queda patente que Arch Rivals no es precisamente un simulador. Olvídate del 5 contra 5, de los pasos, los dobles y todo eso. Es un estilo claramente arcade (lógico), de vista lateral, dos contra dos y sin reglas. Al empezar tendrás la opción de elegir entre uno o dos jugadores enfrentados (una lástima que no pudiera ser tu y un amigo contra la máquina). Luego deberás escoger a tu jugador. Dispones de 8 diferentes, y aunque sus descripciones dan a entender que cada uno tiene sus propias características, no distinguirás mucho sus cualidades cuando estés jugando. Durante el partido tu controlas a un solo jugador, el otro lo controla la máquina. Puedes tirar o pasarle a tu compañero, y si el tiene la posesión, le puedes dar ordenes. Cuando el rival tiene la pelota debes hacer lo posible para quitársela, y que mejor que darle un puñetazo en la boca para que muerda el polvo? Tambien puedes tirarte en plancha para derribarlo, y con un poco de suerte podrás ver su ropa interior. Además puedes resbalar con el árbitro y caerte al suelo, o romper la canasta con un certero mate. Despues de cada canasta aparecen mini-escenas que, la verdad, pueden llegar a ser bastante molestas, pero nada comparado con el jilipollas que sale en los intermedios. Por desgracia no puedes darle a Start para saltarlo y tienes que tragarte todas las gilitontadas que dice. El desarrollo de los partidos es bastante entretenido gracias a la variedad de jugadas y situaciones que se dan, aunque a veces puede ser un poco frustrante que los rivales no te dejen ni levantarte y te inflen a hostias.
Llegamos al punto donde Arch Rivals fracasa estrepitosamente: la duración. Mientras otros juegos de deportes tambien constan solo de un partido, resuelven ese inconveniente con diferentes velocidades, duración de los tiempos... Arch Rivals se conforma con ofrecerte un único partido en el que la única opción configurable es el jugador que tu elijas. La poca variedad que esto podría ofrecer se ve empañada por las mínimas diferencias entre los jugadores, y es que es prácticamente lo mismo que te cojas a uno que es un gran encestador como a otro que es un buen defensor. El juego es divertido y adictivo, sobretodo los primeros partidos, y la opción de dobles alarga un poco la vida del juego, pero no es suficiente. Jugarás unos cuantos partidos y tras unos días probablemente lo dejes en algún rincón hasta que algún día lo veas y digas "Mira, tengo ganas de echarme una partida", tras lo cual lo volverás a dejar en su sitio hasta la próxima vez. Mientras Double Dribble (por poner una comparación), aparte de ofrecer más opciones y tres jugadores por equipo (con la consiguiente mayor variedad de jugadas), te deja esa sensación de que no tardarás mucho en echarte otra partida, Arch Rivals te deja con mal sabor de boca, no porque sea malo, sino por lo corto que es.
Arch Rivals forma parte de ese grupo de juegos que intentan algo nuevo y diferente, pero no lo consiguen y caen en la mediocridad más absoluta. Es una lástima, porque parte de un planteamiento muy interesante y diferente del baloncesto al que estamos acostumbrados, y propone algunas ideas que, bien llevadas a cabo, podrían haberlo hecho uno de los mejores juegos de deportes de la Nes, pero unos cuantos fallos que es difícil pasar por alto le impiden obtener una mejor nota.
OBJETIVO
Puede parecer baloncesto, pero mira más de cerca. No acaba de tumbar ese jugador al otro dandole un puñetazo en la mandíbula? Y que hay de ese de ahí? No le está bajando los pantalones al otro? Tendrás que demostrar tus habilidades con la pelota, y es más emocionante que eso... Así que coge una pelota y pisa la cancha con Tyronne, Vinnie y el resto de los Arch Rivals!
No te llevará mucho descubrir que esto no es baloncesto profesional. Si, Arch Rivals tiene sus equipos vestidos de uniforme, sus rebotes y sus animadoras. Y no olvidemos esas jugadas base como pasar, tirar... Nunca verás a un jugador en la linea de falta.... Porque el arbitro tampoco lo ve! Es tan corto de vista que camina arriba y abajo entorpeciendo a los jugadores. No vería un directo a la barbilla aunque le diera a el (cosa que pasa a menudo). No, seguro que esto no es baloncesto. Pero quien necesita todas esas reglas cuando eso esto es mucho más divertido?
Nota: Desde luego, este juego para mí gana el premio de argumento más currado.
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